¡El dinero puede usarse para muchas cosas!
En los capítulos anteriores vimos la evolución del dinero y de los bancos, los grandes gestores del dinero.
Hoy el sistema bancario tiene herramientas que te permiten tener tu dinero para ahorrar e invertir. ¿Pero sabías que son cosas distintas?
No hay problema. Te las explicamos a continuación…
El ahorro es el resguardo del dinero para poder disponer de él en el futuro. En este caso, renuncias a gastarlo en el presente y lo dejas en un lugar seguro para cuando lo necesites.
Tú generas un ahorro cuando mantienes tu dinero en efectivo, en tu cuenta bancaria o lo guardas como depósito.
Por otro lado, la inversión es la acción de renunciar a gastar ese dinero en el presente para que en el futuro aporte un dinero extra.
Cuando inviertes, generalmente es porque compras un bien o un activo financiero, con la esperanza de que éste te genere más dinero más adelante.
¡Eso te hace un/a inversionista!
Un activo financiero es un instrumento que te da el derecho a recibir ingresos futuros. Es decir, te pueden generar más dinero en un tiempo.
Estos activos financieros pueden ser muy variados. Pero los más comunes son:
La idea de que adquieras activos financieros es que éstos te generen rentabilidad (ganancias extras a lo invertido)
Cuando inviertes, debes tener en cuenta 4 factores:
- Riesgo
- Liquidez
- Tiempo
- Rentabilidad.
El riesgo es precisamente la incertidumbre que se tiene sobre el rendimiento del activo en el cual estás invirtiendo. Puedes no ganar lo que se espera o hasta perder todo el dinero que invertiste.
Existen inversiones muy riesgosas y otras menos riesgosas. ¿Cuál tomar? Todo dependerá de tu perfil de inversionista.
Como en la inversión el dinero está en movimiento y no guardado como en el ahorro, existe un riesgo.
El riesgo, el tiempo y la liquidez tienen relación directa con la rentabilidad. ¿Cómo así?
Bueno, cuanto mayor sea el riesgo de perder tu dinero invertido, mayor será la rentabilidad que esperas de esa inversión. Por eso, cuando ahorras, no asumes riesgo alguno.
Además, las inversiones a largo plazo suelen ser más rentables que las de corto plazo. ¿Por qué? Porque estás renunciando a tener ese activo disponible (liquidez) por mayor tiempo.
La liquidez es justamente otro de los cuatro factores de una inversión. Se refiere a qué tan inmediatamente puedes disponer de un activo para gastarlo.
Con el ahorro, el dinero siempre está a tu disposición, esperando a ser utilizado. Pero en una inversión, hay que esperar algún tiempo para tener nuevamente ese activo disponible (líquido).
Un activo financiero que se ha sumado a la lista anterior son las criptomonedas, una representación digital de esos instrumentos con los que ahora también puedes invertir.
¿Pero sabes exactamente qué es una criptomoneda? Te lo explicamos en el siguiente capítulo.